En el mundo, también en el Perú, existe estas hermosas personas de un corazón tan grande y amor sincero.
Los niños con síndrome de Down
La causa está en los cromosomas
Para entender a qué se debe el síndrome de Down, necesitas saber algunas cosas sobre los cromosomas. ¿Qué son los cromosomas? Son estructuras filamentosas que están dentro de cada una de las células de nuestros cuerpos y están compuestas por genes. Los genes proporcionan la información que determina todas las características de las personas, desde su color de pelo hasta su género (femenino o masculino).La mayoría de las personas tiene 23 pares de cromosomas, es decir, un total de 46. Pero los bebés que nacen con síndrome de Down tienen un cromosoma de más (47 en vez de 46) o bien un cromosoma provisto de una parte adicional. Este material genético sobrante ocasiona problemas en la forma en que se desarrollan sus cuerpos.
¿Qué vida lleva un niño con síndrome de Down?
Muchos niños que padecen síndrome de Down estudian en escuelas o centros de estudios ordinarios y asisten a clases ordinarias. Algunos necesitan clases especiales en las asignaturas donde tienen más problemas de aprendizaje. Sus padres colaboran con los profesores del niño y otros profesionales para elaborar un programa que contemple la forma más adecuada de facilitar el proceso de aprendizaje a cada niño en concreto. A los niños con síndrome de Down también les gusta jugar, hacer deporte y participar en distintas actividades, como las clases de música o de baile.Puesto que los niños con síndrome de Down tienen un aspecto diferente, hay algunos niños que se meten con ellos y se burlan de ellos. Pero los niños con síndrome de Down tienen sentimientos como cualquier otra persona y, cuando alguien se mete con ellos, hiere sus sentimientos. Los niños con síndrome de Down quieren que los acepten y les gusta tener amigos. Si conoces a algún niño con síndrome de Down, puedes serle de gran ayuda evitando burlarte de él. En lugar de ello, tiéndele la mano y dirígele amigables palabras de ánimo.
Mi valoración especial a las personas que por necesidad familiar o como medio de vida laboral, dedican su tiempo al cuidado de los niños con síndrome de Down, a los que dan seguimiento a las acciones de los que ya alcanzada la mayoría de edad supervisan sus vidas y entorno, a todos en general, que Dios os siga dando las fuerzas necesarias para brindarles un una sonrisa todos los días de sus vidas.